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lunes, 30 de agosto de 2021

¿«El autoestima» o «la autoestima»?

 Es probable que haya leído o escuchado sobre «el autoestima». También es probable que esa confusión se deba a la regla que aplica para las palabras que empiezan con «a» tónica, es decir, que lleva el acento (no necesariamente tilde).

En casos como «el águila», «el agua» o incluso «el hada», sustantivos femeninos, se cambia el artículo «la» por «el», pues llevan acento en la «a» o «ha» inicial. Esto sucede solamente cuando esta secuencia es inmediata, es decir, no aplicaría en «la enorme águila», pues «enorme» rompe la secuencia. Tampoco se recomienda el artículo «el» junto a palabras derivadas que llevan el acento en otra sílaba: «la hadita» sería adecuado, por ejemplo, pues ya no lleva el acento en la primera sílaba, sino en la segunda.

«Autoestima», al ser una palabra grave o llana, es decir, que lleva el acento en la penúltima sílaba (su «a» inicial es átona), no es el caso. Lo correcto, entonces, es «la autoestima».

En el caso de las palabras que empiezan por «a» tónica, aunque el artículo sea «el», que puede interpretarse como masculino, también es preciso tener cuidado con la concordancia, por ejemplo, de los adjetivos: «el agua limpia» (y no «el agua limpio»). Lo mismo sucede cuando se usa la forma apocopada de «una»: «un acta distinta». Por cierto, el Diccionario panhispánico de dudas recuerda que no se considera incorrecto el uso pleno de «una» en casos como «una águila» o «una hacha», si bien los recoge como infrecuentes.

Tomado de:https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/maria-alejandra-medina-cartagena-gazapera/el-autoestima-o-la-autoestima/


jueves, 26 de noviembre de 2020

La tecnología, una aliada para frenar el acoso sexual laboral

 A través de una herramienta con inteligencia artificial se busca capacitar a empresas en este tema.

Por: Tecnósfera
 20 de noviembre 2020 , 02:41 a. m.

Las herramientas tradicionales no han permitido bajar considerablemente los casos de acoso sexual laboral, a pesar de que se usan desde hace más de 25 años en las empresas. Este fue uno de los primeros panoramas con los que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la organización Gender Lab se encontraron cuando empezaron a trabajar en una herramienta que permitiera prevenir este comportamiento.

Por eso el enfoque tenía que ser otro, algo completamente diferente, señala Andrew Morrison, asesor principal del BID para Asuntos de Género e Inclusión Social, y qué mejor que ir de la mano de avances tecnológicos que permitan hacer las cosas distintas y ajustadas a cada compañía.

De esa iniciativa nació Elsa, Espacios Laborales sin Acoso Sexual, una herramienta que hace uso de inteligencia artificial y diferentes algoritmos para poner en marcha planes adaptados a cada empresa y que busca frenar completamente una práctica que afecta a miles de mujeres y hombres.

El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Vicepresidencia de Colombia, la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, cámaras de comercio, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) y la campaña No Es Hora de Callar de EL TIEMPO, se va a ejecutar en una primera fase en tres países de la región: Colombia, Perú y Bolivia.

La innovación en Elsa

Dentro del panorama inicial que se tuvo en cuenta se observó, según una encuesta realizada el año pasado en Perú a ejecutivas de diferentes sectores, que el uso de las herramientas que ya tienen las empresas para prevenir y denunciar estos hechos no son usadas por las víctimas de acoso sexual.

“El acoso sexual laboral sigue siendo un tema tabú en muchas empresas y las víctimas por desconocimiento o miedo no llegan a manifestar la situación ocurrida. Tan solo 2 de cada 100 mujeres hacen alguna denuncia a través de los mecanismos de la misma empresa”, indica Marlene Molero, CEO de GenderLab.

Por esta razón para la creación de Elsa se decidió hacer uso de inteligencia artificial, acompañada de algoritmos diseñados para todos los tipos de casos que se registran en este fenómeno.


Utilizamos inteligencia artificial porque pensamos que teníamos que incluir en la iniciativa un aprendizaje y mejora continua, y esto se puede hacer con esta tecnología, al igual que con los algoritmos, son dinámicos, no estáticos y a medida que se utilicen más pueden recabar más información para ser más precisos”, detalla Morrison.

Elsa cuenta con tres fases, en donde se realiza un diagnóstico inicial, se produce un plan de acción y se ejecuta un seguimiento sobre el procesos de implementación. Todo esto toma cerca de nueve meses.

Para la primera fase se realiza el diagnóstico confidencial a través de una encuesta a un gran número de empleados, en donde se evalúan varios temas relacionados al acoso sexual laboral.

Con esto, las empresas reciben un informe en donde se refleja cómo es la situación de acoso en este momento dentro de la compañía. Es importante tener datos fríos e independientes, porque el hecho de que no haya denuncias no significa que no hay un problema”, asegura Morrison.

Después de culminada esta parte, la herramienta basada en inteligencia artificial toma la información y produce un plan de acción a la medida de la compañía, teniendo en cuenta, entre otras cosas, el tipo de empresa, el sector al que pertenece, su tamaño. Una de las cosas más interesantes es que los algoritmos van a permitir que estos planes de acción se vayan afinando con el tiempo y no sean estáticos.

Posteriormente, se realiza un seguimiento a la implementación de las estrategias creadas para cada compañía, las cuales permitirán ir conociendo su efectividad y si necesitan algún ajuste dependiendo de las situaciones que se vayan registrando.

“En estos procesos creemos que la intervención de terceros puede ser muy útil en la prevención del acoso, por eso se planea tener en los planes de acción capacitaciones para que la gente que presencie el acoso esté preparada para intervenir. En ello se planea el uso de teatro o incluso realidad virtual para que los empleados conozcan qué es y qué se puede hacer ante el acoso sexual laboral”, indica el asesor principal del BID para Asuntos de Género e Inclusión Social.

Planes piloto

Elsa comenzó desde este mes de noviembre a ser probada por algunas empresas de los tres países y el proceso irá hasta finales de enero del próximo año.

“Queremos pilotear la forma de recabar información sobre la situación de acoso, así como probar que la encuesta con los empleados funciona adecuadamente y ellos sientan que el sistema de confidencialidad es seguro. Así mismo, se van a hacer pruebas a los algoritmos que van a producir los planes de acción y recibir la retroalimentación de las compañías de la viabilidad de las propuestas generadas en la herramienta”, precisa Morrison.

A partir del próximo mes de marzo hasta diciembre del 2021, GenderLab y el BID preparan la segunda fase de la implementación de Elsa, en donde se espera que el proyecto llegue a muchas más compañías de Colombia, Perú y Bolivia, y de ahí aplicar la herramienta en más países.

Elsa quiere empezar a cambiar actitudes y conductas para bajar los niveles de acoso en las empresas. Que las compañías entiendan la importancia de reducir el hostigamiento sexual en el ámbito laboral y reconozcan su valor”, puntualiza Morrison.

Tomado de:https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/elsa-herramienta-que-usa-inteligencia-artificial-para-frenar-el-acoso-sexual-laboral-550014

miércoles, 11 de noviembre de 2020

La Educación Prohibida


 

Un crimen llamado educación

 

WÍLMAR AUDEY BELTRÁN SOTO

Docente de aula del área de Lengua Castellana

IE Las Mercedes Nunchía Casanare

 La educación es el pasaporte que conduce   los individuos a que se desarrollen en lo cognitivo y  lo social, esa es la teoría o discusión que se ha dado históricamente. Cuando observo y escucho detenidamente todos los puntos de vista de los expertos del documental, sobre el concepto de  educación; comienzo   repensar que ese  concepto;  que se ha promocionado,  está equivocado.

Ahora bien, después de escuchar que la investigación no se realizó en un solo continente, sino que abarcó otros, es decir; muchos países desarrollados y subdesarrollados, donde en los primeros se educa  para desarrollar los países, donde se privilegia la inversión económica en el sistema educativo, y de hecho esa afirmación es correcta, mientras en los segundos, la educación de calidad como se dice llamarse, solo privilegia a unos pocos y otros están sometidos o no tener acceso.

Entonces los gobiernos de los países desarrollados y subdesarrollados se enfocan en preparar o educar a las personas  para el trabajo, para que esa fuerza laboral conlleve a enriquecer a los dueños  de las transnacionales; sin importar el ser humano; que a mi juicio, es lo más importante en cualquier sociedad del mundo. Otro aspecto fundamental que no se puede de dejar de lado, es que se sigue aún en una educación memorista y cuadriculada, donde se concibe que el único que tiene el conocimiento es el docente, y los estudiantes son receptores pasivos de este. Se sigue mirando maestros enfocados más en lo teórico y menos en la práctica. Ante esta situación surgen interrogantes como por ejemplo: ¿por qué los maestros siguen enseñando una educación tradicional?, ¿por qué los maestros han perdido reconocimiento ante la sociedad? y ¿por qué muchos estados privilegian la formación solo para el trabajo?

Ahora la respuesta a estos interrogantes, seguramente será que muchos maestros están desmotivados por que los estados no les brinda capacitaciones acordes a sus intereses, la violencia les afecta en el aspecto emocional, sus salarios son ínfimos; por no decir que paupérrimos, en fin son de  los posibles factores que inciden en el desenlace de una educación no pertinente, sino condicionada a los interés de las potenciales mundiales.

Muchos se preguntarán, si en aquellos  países donde se invierte tanto en infraestructura, tecnológica e investigación, para mejorar la educación y por ello los conlleve a obtener excelentes resultados en las pruebas internacionales de pisa, que por cierto les va bien, pero la paradoja por la vida es muy ínfima, cada día las tazas de suicidio van en aumento, entonces; ¿no sirve la tecnología y una buena infraestructura, en otros aspectos?

Podemos decir, que se está dejando a un lado la importancia del ser, no se está gestionando las emociones, se privilegia el saber a costa de la restricción de los aspectos fundamentales del ser, solo se para  forma para el trabajo, la guerra y no para la paz.

Es un imperativo adaptar un sistema educativo a las necesidades del niño y no a las necesidades de las elites de los países, los sistemas educativos en muchas partes del mundo están adaptados para que las nuevas ciudadanías no piensen, es decir, sigan siendo individuos manipulables, que es lo que le conviene a la elite mundial. Necesitamos un sistema educativo a las necesidades y ambiciones de la humanidad.

En conclusión, las escuelas deberían ser espacios para la reflexión, el amor, el respeto por la diferencia, en aprender a escuchar al otro, en afianzar el valor de la honestidad, que se pueda opinar libremente y no que se encasille al niño en un pensamiento memorístico, que ojala  se cuestione más el cerebro del niño para que llegue  lejos.

 

jueves, 6 de agosto de 2020

Un bobito con poder, ¿deja de ser bobito?

Por: 

Una mujer se hallaba recostada y suspirando a calzón quitao, y a su lado, su compañero, a calzón quitao también, pero con señales evidentes de lanza en ristre. Intentaban sembrar la semilla de un hijo especial. Y sembrarla cumpliendo los protocolos de bioseguridad, y los de biopolvo, por supuesto.

El producto final debía ser un hijo algo singular. Un hijo para el que se crearon los más altos cargos del Estado, y del que se espera que nazca con todos los defectos y carencias requeridos para ocupar con decoro cualquiera de esos cargos.

Un hijo así exige quemar las etapas propias de una buena siembra. Así que, entrados los dos en efervescencia, y tras la ejecución de las maniobras propias de fase de prepolvo, pasarían luego a la del polvo propiamente dicho.

De antemano habían acordado que, pese a todo, no ofrecerían el espectáculo de un polvo innovador. Se conformarían con “uno de esos polvos humildes que patrocina el padre Chucho: uno que, aunque es muy triste en la forma, en el fondo todo se aprovecha”, comentó la pareja.

Sin embargo, el polvo, como polvo, tuvo que ser suspendido por un olvido imperdonable: la elaboración de un hijo necesita un esbozo previo, y este no se había hecho. De modo que en vez de polvo emprendieron coitus. Sí, coitus, pero interruptus. Mejor dicho, hubo huelga. Huelga de miembros caídos.

El interruptus terminó cuando anunciaron que el diseño del hijo estaba listo, y que ese diseño incluía la instalación interna de un grandioso sueño. “Del sueño que a la sazón estuviese de moda”, confirmaron.

Pero, ¿cuál exactamente? “Nuestro hijo será el mejor bobo con poder de la historia de Colombia”, indicaron los padres. Y remataron: “Sueño que logramos precisar gracias a la colaboración del actual fiscal Barbosa”.

Completan esta historia las preguntas que le llegaron a la pareja, y las respuestas que ésta dio.

¿A quién debemos el destape del bobo con poder?

Al fiscal Barbosa y a Margarita Rosa de Francisco. A él, porque sirvió de modelo; y a ella, porque, tras desnudar a semejante modelo, lo halló tan inteligente y apuesto, que no dudó tildarlo de “bobo con poder”.

Tengo un hijo con bobera, ¿qué hago para que además tenga poder?

Si considera que su hijito es tan bobito como para ocupar altos cargos gubernamentales, afílielo cuanto antes al Partido Centro Democrático.

¿Puedo medir cuán bobito es mi hijo?

Escúchelo. Si se le ocurre hacer alarde de ser el mejor fiscal de la historia, es bobo a medias. Y si también añade el fanfarronear de estar haciendo la mejor Fiscalía de la historia, es bobo, y bobo de remate.

Como no hubo más preguntas, la pareja pudo volver a lo suyo: a terminar el coitus interruptus, y comenzar, rapidito, un pulvus corruptus.

Del que nacerá el bobito que la pareja quería, y el que habrá de ser, cuando menos, el mejor fiscal general de la historia de Colombia.

Tomado de:http://blogs.eltiempo.com/elhazmerreir/2020/08/06/un-bobito-con-poder-deja-de-ser-bobito/

sábado, 18 de julio de 2015

Fecha de publicación:Jueves, 24 de Diciembre de 2009
Medio que publica:El Espectador
Sección:Educación / Universidades
Género periodístico:Análisis
Autoría:Columnista
"Estamos educando como en el siglo pasado". Por: Miguel de Zubiría
Educación
Internet
Miguel de Zubiría
Los jóvenes de hoy más que aprender conocimientos de biología, matemáticas o ciencias necesitan saber cómo relacionarse con los demás.
A pesar de la aparente sencillez, la pregunta por el qué enseñar resume el alma del quehacer pedagógico; si bien todavía muchos se lo otorgan a la didáctica o al cómo enseñar. ¿Qué enseñar? Es una pregunta tremenda, pues responderla exige decidir qué seres humanos pretende formar una sociedad, la nuestra. Es una apuesta por el futuro. Cada pequeñín que ingresa a párvulos requiere 30 años hasta concluir su ciclo educativo, se graduará, si lo logra, en el año 2040.
¿Será que un plan de estudios venido de siglos atrás, con sus cuatro áreas tradicionales matemáticas, ciencias, lenguaje y ciencias sociales que respondió a los anhelos de los siglos XIX y XX, es pertinente para nuestros niños actuales, nacidos entre cantidad de ondas electromagnéticas e inmersos en la red mundial de internet? No lo creo.
Si la respuesta educativa actual fuese adecuada y pertinente, nuestros jóvenes serían entusiastas, comprometidos y optimistas; en lugar de apáticos, anodinos, pesimistas, como me temo hoy ocurre a gran escala. La propuesta educativa que formulo para la educación primaria (1º a 5º grados) la baso en tres consideraciones: un joven suicida, la psicología positiva y la evolución humana.
Recientemente atendí en la Liga Colombiana contra el Suicidio a un muchacho de 15 años con dos intentos serios de suicidio a cuestas. Hecho que ocurre con frecuencia y a edades cada vez más tempranas. La Liga ha encontrado una prevalencia en el 41% de los jóvenes colombianos de una idea seria de suicidio, con un método para realizarlo. Prácticamente uno de cada dos adolescentes, de los miles a los que se ha consultado, ha pensado en quitarse la vida.
Al formularle al muchacho las preguntas de rutina en estos casos, ¿quieres a tu mamá?, ¿sientes que ella te aprecia?, ¿tienes amigos?, ¿estás a gusto en tu colegio?; el joven quedó sorprendido. Su respuesta final fue algo como: "Curso noveno grado, soy buen estudiante. Sé mucho sobre células eucariotas, funciones trigonométricas, virreyes de la Gran Colombia y demás. Pero nunca antes, nadie en mi colegio y tampoco en mi hogar, me había formulado esas preguntas tan interesantes relativas a mí. Pensé que la educación se ocupaba de todo lo ajeno a mí y a los humanos".
En mi silencio le di toda la razón a este joven que se debate entre la vida y la muerte, no por un accidente ni una enfermedad, sino por falta de sentido de la vida al no saber quién es, para dónde va y cuáles son sus sueños, quizá ya perdidos por siempre.
En segundo lugar, me baso en la reciente psicología positiva, que se ocupa de estudiar a personas que llevan vidas felices y realmente estoy convencido de que todos podríamos sentirnos así, en particular nuestros hijos.
Una de las conclusiones de esta nueva disciplina, que planteó maravillosamente David Niven en su libro Los 100 secretos de la gente feliz, asegura que "contrario a la creencia de que la felicidad es difícil de explicar o que depende de tener una gran fortuna, investigadores han identificado los factores esenciales de una vida feliz. Los componentes principales son: el número de amigos, la cercanía con ellos y con la familia y las buenas relaciones que se establezcan con los compañeros de trabajo y los vecinos".
Estos factores unidos explican aproximadamente el 70% de la felicidad personal. La pregunta educativa inmediata es: ¿La amistad, las relaciones de pareja, el compañerismo y las destrezas interpersonales factores centrales de felicidad se enseñan en primaria? ¿Existe un área curricular para el desarrollo afectivo?
La respuesta es no. Los dos intentos de suicidio del muchacho que mencioné anteriormente tenían que ver con sus serias dificultades para relacionarse con las mujeres y más para crear una pareja juvenil, como hoy les ocurre a demasiados de nuestros adolescentes, quienes no tienen quién les enseñe a tener una novia o a hacer amigos. Esta conclusión se desprende de un estudio realizado por la Fundación Alberto Merani en 2008, con una muestra de 6.000 estudiantes.
En tercer lugar, está la actual teoría de la evolución humana, sintetizada en el bello libro del antropólogo inglés Steve Mithen, Arqueología de la mente, que constata sus grandes etapas. En los últimos 30 millones de años (nuestra especie tiene sólo 6 millones) la mente ha sido afectiva, técnica e intelectual que es la etapa más reciente. De acuerdo con lo anterior, propongo tres grandes áreas curriculares cuyo eje sea el conocimiento humano y la búsqueda de la felicidad en consonancia con las grandes líneas de la evolución: El área de desarrollo afectivo, el área de desarrollo tecnológico y el área de desarrollo intelectual, en este orden de prelación.
Si verdaderamente se incluyen estos tres aspectos en la educación de nuestros niños en los grados de primaria, tendremos en 2040 una generación más feliz y menos suicida.
JULIO CÉSAR LONDOÑO 17 JUL 2015 - 3:58 PM

Una tarea pendiente

Julio César Londoño
CUANDO POR ALGUNA RAZÓN SE EScucha el grito “¡crisis en la educación!”, el ministro del ramo pide “evaluación de maestros” y los maestros escriben pancartas pidiendo reajuste de salarios.
Por: Julio César Londoño
Está bien. Evaluaciones y salarios son indicadores a considerar, sin duda, pero los profesores y el ministro deberían también filosofar y preguntarse, por ejemplo, qué es la educación. Y como la pregunta es tan amplia y el objeto tan escurridizo, pueden cercarlo con preguntas más sencillas: para qué se educa, quién educa, dónde lo hace, cuáles deben ser los contenidos centrales.
¿Para qué nos educamos? Para saber, por supuesto. Para saber por el saber mismo; porque sí, porque necesitamos satisfacer la bendita curiosidad de entender cosas y fenómenos. Una vez saciada la curiosidad, habrá que decidir si el conocimiento adquirido solo sirve para competir o si podemos utilizarlo también para ser solidarios. ¿Es absolutamente necesario decapitar al alumno que ayuda a sus compañeros en el examen? Y el error, ¿seguirá valiendo “cero”, o le daremos al fin un guarismo justo, uno que compense el esfuerzo que implica errar y su importancia en la historia de la ciencia? ¿Es posible criar el ornitorrinco negociante-filántropo, o reconocemos de una vez que el ser humano es una especie socialmente inviable y nos dejamos de ternuras?
¿Quién educa? Dejarle toda la carga al profesor es desperdiciar el enorme acervo de conocimientos que pueden tener los estudiantes: sus vivencias, el conocimiento de su entorno, su jerga, sus juegos y tragedias, su cine, su música, su microeconomía, su capacidad de soñar; es olvidar que también educa la familia y, especialmente, los amigos, “el parche”. El sistema educativo contemporáneo sigue siendo escolástico, binario y unidireccional: va del profesor al estudiante.
¿Dónde se educa? En la escuela, por supuesto, pero también en la casa, en la calle, en el parque y en esos espacios íntimos donde apenas caben dos… Y en la soledad, ese espacio tremendo y necesario a la vez, ese búnker que tanto amaron Pascal y Virginia Woolf.
¿Y los contenidos? Sería necio despreciar la rica tradición universal, esa magnífica parábola que fue balbucida en las cavernas, articulada en Súmer, cantada en Grecia y afinada en las plazas, los parlamentos y los laboratorios de Europa y Estados Unidos.
Pero no es menos necio ignorar los saberes, los quehaceres y las canciones de los koguis, emberas y ocainas; es vergonzoso conocer al dedillo la historia de Roma y desconocer la de nuestra ciudad. ¿Puede haber una empresa más humilde y necesaria que reconstruir la historia del barrio, la zaga de la familia? ¿Seguiremos creyendo que los ruiseñores cantan mejor en Hungría y que son más rojas las rosas de Alejandría? ¿Fue en vano que Gabo descubriera que la poesía es la energía secreta que cuece los garbanzos en la cocina?
Estos son los temas de fondo de la educación. Pero también hay unos “capítulos” que debemos estudiar para afinar el nivel del debate. Debemos conocer la historia de la educación en Colombia para saber, por ejemplo, que hace 40 años los colegios públicos eran mejores que los privados y que algunos incluso tenían fama internacional. Debemos conocer la “evolución” de la legislación educativa para entender las razones de la decadencia de los colegios públicos y evitar que corra la misma suerte la universidad pública. Uno debe, por amor al número y para tener contexto, conocer las cifras del sector en Colombia y el mundo.
Cuando hagamos estas tareas y logremos que la educación sea un tema no menos obsesivo que el fútbol, la moda, la paz o la política al detal, empezará a cambiar nuestra historia y mejorarán el fútbol, la moda y la política.

    martes, 14 de julio de 2015

    Los pros y los contras de la educación virtual

    Gracias a la evolución de las tecnologías, la distancia y los tiempos ya no son una barrera para que las personas puedan estudiar. Pero existen circunstancias que hay que tener en cuenta antes de optar por este tipo de educación.
    Los pros y los contras de la educación virtual Los pros y los contras de la educación virtual
    Décadas atrás la educación presencial y tradicional era la única forma en la que niños, jóvenes y adultos podían acceder para obtener una formación que les permitiera tener los conocimientos y desarrollar las habilidades necesarias para desempeñarse en alguna profesión a futuro.

    Pero gracias a la evolución de la tecnología, desde hace algunos años esto ha venido cambiando. Ahora, la enseñanza usa herramientas que permiten tener una disponibilidad de cualquier tipo de contenidoscuando se quiera, en el momento que sea. Esto elimina cualquier tipo de barrera y excusa para que una persona pueda iniciar su proceso de aprendizaje, en cualquier etapa de su vida.

    FP le recomienda leer “Lo que sube el sueldo si estudia en el exterior”.

    Por supuesto, la tendencia de educación virtual empezó a nivel mundial y luego aterrizó en el país. De acuerdo con Luis Fernando Correa, gerente de Operaciones e Innovación de Universia, en Colombia se empezó a hablar de educación virtual finalizando década del 90. “Quizás los últimos 4 o 5 años algunas pocas universidades empezaron con ese tema. Ahí fue cuando se fundó por ejemplo la Universidad Católica del Norte que funciona desde santa rosa de osos y su vocación desde el comienzo fue ofrecer educación virtual”.

    Luego de eso, empezó a darse un gran desarrollo con otras universidades que empezaron “a ofrecer programas en modalidad virtual, primero más diplomados y a partir de ahí empezaron a crear programas académicos a modalidad distancia pero apoyado por tecnología” añadió Correa.

    Las diferencias

    Aunque pareciera que la diferencia entre lo tradicional y lo virtual sólo es el espacio y las herramientas, “la gran diferencia está en el acceso casi ilimitado a océanos de conocimiento disponibles en Internet a costos bajos, a menudo gratis. Esto le permite a cualquier aprendiz desarrollar habilidades en las áreas del saber de su interés sin depender de un profesor como proveedor del conocimiento sino más bien apoyándose en este como un guía o tutor para guiarlo en su proceso de aprendizaje”, dijo Carlos Hurtado, gerente del programa de educación de Intel para Latinoamérica.

    Esto hace que tanto el “ambiente” como el estudiante y el profesor, tengan unas condiciones distintas para ejercer sus roles, especialmente porque la interacción y la comunicación se convierten en una parte fundamental en esta educación.

    Según Alexander Hernández, Gerente AZUL Innovación, el e-learning se fundamenta en cinco elementos básicos:

    1. La personalización: El e-learning es flexible, no importan tanto los horarios de trabajo del estudiante, o dónde viva, o los medios o plataformas que prefiera usar para acceder al contenido, podrán estudiar y formarse.

    2. La asincronía, que ha permitido a cada estudiante adaptar el estudio a sus ritmos vitales y profesionales. 

    3. La interactividad, entre estudiantes, docentes y contenidos.

    4. Los materiales didácticos, son un elemento muy importante, ya que permiten el acceso a conocimientos muy especializados y de calidad.

    5. Un sistema de evaluación continua, en el que el estudiante es consciente y responsable de su proceso de aprendizaje, a la vez que tiene mecanismos alternativos de evaluación diferentes al examen final tradicional.

    Sin embargo, no toda la educación virtual es igual, pues desde el punto de vista metodológico existen grandes diferencias dependiendo de la entidad que la ofrezca, explica el experto de Universia. “Algunas pueden ser más centrada en contenidos; otras, más centradas en el estudiante y también existen otras que dan un papel importante al profesor”, concluyó.

    También le puede interesar “¿Cómo aprender las cosas más rápido y fácilmente?”.

    Los costos

    Dependiendo de la institución educativa que ofrezca este tipo de educación, los precios por tomar una educación de este tipo pueden variar pero, por lo general, los costos son más bajos y esto, por distintos motivos: costos de infraestructura, los de los recursos (porque, por ejemplo, no requiere de comprar libros), entre otros factores.

    Según Correa, por términos debería ser más barata, “sin embargo cuando uno mira oferta que hay a veces encuentra que mismo programa tiene costo igual presencial y virtual y eso no es razonable”.

    Esto hace que el estudiante realmente pueda obtener un ahorro de casi el 80% de los gastos que tendría si asistiera a la educación tradicional.

    No obstante, el experto de Intel explica que hay quienes aseguran que el conocimiento tiende a ser “commodity”, es decir, “cada vez cuesta menos o llega a ser gratis, por lo tanto lo que realmente importa es cómo aplicarlo, o cómo enseñar a aplicarlo, de una manera creativa e innovadora”.

    Con lo que hay que tener cuidado

    Y aunque todo parece ser positivo, existen otros factores que se deben tener en cuenta antes de optar por este modelo de educación: primero, se trata de un sistema que requiere de unas habilidades particulares de parte del estudiante, pues la autonomía y la independencia son los factores fundamentales que le permiten a una persona avanzar en sus estudios sin un “policía” detrás de él.

    Otro factor es la calidad, pues no todas ofrecen los mismos contenidos y las mismas formas de aprendizaje. Es por eso que si bien se tiene unafalsa percepción sobre la calidad, “progresivamente va mejorando en calidad y llegando cada vez a más usuarios y finalmente se convierten en el nuevo normal. Así ocurrió con los PCs, con la música y la fotografía digital y está ocurriendo con la educación en su transición hacia los contenidos digitales”, explicó Carlos Hurtado.

    Un tercer elemento es que, dentro de lo posible, este modelo debería ser acompañado por un factor de práctica, que sí tiene la educación presencial “en el entrenamiento real en campo y no solo en la transmisión de conocimiento. Así mismo, permiten aplicar herramientas lúdicas, creativas y experienciales, cuyo potencial ya comprobado, se puede aprovechar en su totalidad en modelos presenciales”, sugirió Alexander Hernández.

    Finalmente, existe una recomendación fundamental al respecto, especialmente cuando se trata de programas de educación de universidades extranjeras: “sobre todo con instituciones españolas que ofrecen títulos que llaman ellos “master” y allá, ese concepto no es el mismo de acá que traduce en “maestría” y menos en algunos casos donde hay máster que no son regulados por ministerio de educación allá”, advirtió el experto de Universia.

    Es por eso que es necesario hacer una evaluación previa de los programas a los cuales busca acceder, pues en Colombia puede que ese estudio no sea validado como usted espera y la inversión, por lo general, puede ser mucho más alta.

    Lea también “Los 9 empleos para los que no necesita tener una carrera universitaria”.

    Derechos Básicos de Aprendizaje

    El Ministerio de Educación  continuando con el trabajo constante de mejorar la calidad educativa en el país, ha venido desarrollando diferentes herramientas para fortalecer las prácticas escolares y así mejorar los aprendizajes de los niños, niñas y jóvenes de Colombia.

    En esta oportunidad presentamos a la sociedad colombiana los Derechos Básicos de Aprendizaje (DBA), como una herramienta dirigida a toda la comunidad educativa para identificar los saberes básicos que han de aprender los estudiantes en cada uno de los grados de la educación escolar, de primero a once, y en las áreas de Lenguaje y Matemáticas.

    Los Derechos Básicos de Aprendizaje se estructuran guardando coherencia con los Lineamientos Curriculares y los Estándares Básicos de Competencias (EBC). Su importancia radica en que plantean elementos para la construcción de rutas de aprendizaje año a año para que, como resultado de un proceso, los estudiantes alcancen los EBC propuestos por cada grupo de grados. Debe tenerse en cuenta que los DBA son un apoyo para el desarrollo de propuestas curriculares que pueden ser articuladas con los enfoques, metodologías, estrategias y contextos definidos en cada establecimiento educativo, en el marco de los Proyectos Educativos Institucionales materializados en los planes de área y de aula.

    Estos DBA son una oportunidad para que todos los colombianos apoyemos el proceso de  mejora de los aprendizajes de los niños, niñas y jóvenes del país y logremos que Colombia sea la más educada en 2025.
    Aquí se pueden consultar los Derechos Básicos de Aprendizaje para las áreas de Matemáticas y Lenguaje:

    sábado, 9 de mayo de 2015

    La letra P


    Adolfo Zableh Durán

    Adolfo Zableh

    7:54 p.m. | 8 de mayo de 2015

    La pelea entre Fecode y el Gobierno se centró en el sistema de evaluación y en el aumento del sueldo, pero el problema va más allá. Es la corrupción, la desigualdad.

    La educación pública tiene el mayor presupuesto de su historia y aún así los profesores se quejan del sueldo. Un estudio afirma que el salario de los maestros en Colombia es el tercero más bajo del continente, al tiempo que el Papa dice que enseñar es un oficio bello, pero mal remunerado. Todo indica que hay que hacerles caso a los estudios. O al Papa.

    Algo no cuadra, porque mientras enseñar es bello, ser profesor mata de hambre y la buena educación vale un riñón. La pelea entre Fecode y el Gobierno se centró en el sistema de evaluación y en el aumento del sueldo, pero el problema va más allá. Es la corrupción, la desigualdad.

    Usted oye hablar a un político en campaña y suena como si fuera a cambiar las cosas. Los candidatos afirman que hay que mejorar la educación, pero luego lo olvidan porque educar a la gente significa perder clientela. Es imposible salir adelante cuando la educación es un privilegio y no un derecho, y cuando se invierte más en policías que en profesores, aunque se necesiten ambos. Este gobierno le ha destinado más presupuesto a la educación que a la guerra, lo que resulta transgresor en un país subdesarrollado. Falta ver cómo se transforma en cambios reales.

    Ahora, estudiar está sobrevalorado. Estudiar, no aprender, que no es lo mismo. Usted puede llenarse de doctorados y ser un tarado, o aprender en un sótano y resultar un genio. Estudiar no garantiza nada. Muchos de los memes contra Gina Parody fueron hechos por gente que asistió a la universidad, y en cualquier página de internet las noticias más leídas son las más frívolas, consultadas por individuos que estudiaron; no en vano saben leer y usar un computador. Yo he visto a gente con dos posgrados enfiestarse con reguetón.

    Entonces, lo que necesitamos es aprender, y ojalá de lo que nos gusta. No sobra conocer el número atómico del Estroncio, así sea una lata, pero sería bello que en el colegio nos ayudaran a descubrir aquello que nos apasiona e inculcárnoslo, en vez de prepararnos a todos para ser médicos o ingenieros. Y ese es otro gran problema de la educación, que muchos están muertos por dentro y ni una beca en Harvard les activa el espíritu, agarran la primera oportunidad de trabajo que se les presenta para no morirse de hambre.

    Tampoco creo en llegar a la universidad y hacer doble carrera. ¿Para qué, si los que sobresalen en esta vida se entregaron con rabia a esa único oficio que los obsesionaba? Basta con saber hacer una cosa. No solo para sobrevivir, sino para ser feliz. Dedique su vida a lo que le gusta y estará salvado.

    Y encima, el sistema educativo está mal diseñado, aunque lo mismo podría decirse del mundo. Juntar gente en un salón porque tiene la misma edad y posición social no tiene lógica. El colegio es hostil porque los niños son malos. Y no malos, sino que actúan de corazón. Luego crecen y no pierden la esencia, sino que la esconden. Los que mejor posan de correctos terminan en política. Yo pasé por dos colegios. En uno se graduó Armando Benedetti; en el otro, Germán Vargas Lleras. Lo dicho, estudiar no asegura nada.

    La otra cosa que me marcó de mis colegios es que eran solo para hombres y hoy son mixtos. Yo tengo la idea de colegio relacionada con la del sexo, o con la de la ausencia de él. Por eso ahora paso por guarderías de estrato seis a ver mamás bonitas, de esas que recogen a sus hijos en camionetas finas. Fantaseo con que alguna se enamora de mí y me saca a vivir, porque si tiene para pagar la guardería del hijo, que vale una millonada, tiene para mantenerme. Es que soy periodista y no puedo darme los lujos que creo merecer. Dicen que es un irresponsabilidad social tener policías, profesores y periodistas mal pagados, y que mientras nuestros políticos sean corruptos nunca alcanzaremos la paz. Algún sino trágico debe cargar la P.
    Adolfo Zableh