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miércoles, 11 de noviembre de 2020

Un crimen llamado educación

 

WÍLMAR AUDEY BELTRÁN SOTO

Docente de aula del área de Lengua Castellana

IE Las Mercedes Nunchía Casanare

 La educación es el pasaporte que conduce   los individuos a que se desarrollen en lo cognitivo y  lo social, esa es la teoría o discusión que se ha dado históricamente. Cuando observo y escucho detenidamente todos los puntos de vista de los expertos del documental, sobre el concepto de  educación; comienzo   repensar que ese  concepto;  que se ha promocionado,  está equivocado.

Ahora bien, después de escuchar que la investigación no se realizó en un solo continente, sino que abarcó otros, es decir; muchos países desarrollados y subdesarrollados, donde en los primeros se educa  para desarrollar los países, donde se privilegia la inversión económica en el sistema educativo, y de hecho esa afirmación es correcta, mientras en los segundos, la educación de calidad como se dice llamarse, solo privilegia a unos pocos y otros están sometidos o no tener acceso.

Entonces los gobiernos de los países desarrollados y subdesarrollados se enfocan en preparar o educar a las personas  para el trabajo, para que esa fuerza laboral conlleve a enriquecer a los dueños  de las transnacionales; sin importar el ser humano; que a mi juicio, es lo más importante en cualquier sociedad del mundo. Otro aspecto fundamental que no se puede de dejar de lado, es que se sigue aún en una educación memorista y cuadriculada, donde se concibe que el único que tiene el conocimiento es el docente, y los estudiantes son receptores pasivos de este. Se sigue mirando maestros enfocados más en lo teórico y menos en la práctica. Ante esta situación surgen interrogantes como por ejemplo: ¿por qué los maestros siguen enseñando una educación tradicional?, ¿por qué los maestros han perdido reconocimiento ante la sociedad? y ¿por qué muchos estados privilegian la formación solo para el trabajo?

Ahora la respuesta a estos interrogantes, seguramente será que muchos maestros están desmotivados por que los estados no les brinda capacitaciones acordes a sus intereses, la violencia les afecta en el aspecto emocional, sus salarios son ínfimos; por no decir que paupérrimos, en fin son de  los posibles factores que inciden en el desenlace de una educación no pertinente, sino condicionada a los interés de las potenciales mundiales.

Muchos se preguntarán, si en aquellos  países donde se invierte tanto en infraestructura, tecnológica e investigación, para mejorar la educación y por ello los conlleve a obtener excelentes resultados en las pruebas internacionales de pisa, que por cierto les va bien, pero la paradoja por la vida es muy ínfima, cada día las tazas de suicidio van en aumento, entonces; ¿no sirve la tecnología y una buena infraestructura, en otros aspectos?

Podemos decir, que se está dejando a un lado la importancia del ser, no se está gestionando las emociones, se privilegia el saber a costa de la restricción de los aspectos fundamentales del ser, solo se para  forma para el trabajo, la guerra y no para la paz.

Es un imperativo adaptar un sistema educativo a las necesidades del niño y no a las necesidades de las elites de los países, los sistemas educativos en muchas partes del mundo están adaptados para que las nuevas ciudadanías no piensen, es decir, sigan siendo individuos manipulables, que es lo que le conviene a la elite mundial. Necesitamos un sistema educativo a las necesidades y ambiciones de la humanidad.

En conclusión, las escuelas deberían ser espacios para la reflexión, el amor, el respeto por la diferencia, en aprender a escuchar al otro, en afianzar el valor de la honestidad, que se pueda opinar libremente y no que se encasille al niño en un pensamiento memorístico, que ojala  se cuestione más el cerebro del niño para que llegue  lejos.

 

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